10 de junio de 2011

A partir de ahora...

Escribo poco últimamente, lo se… aun asi, cada dia visito los blogs de muchos a quienes me gusta leer y me creo opiniones y pienso en razones… pero no consigo escribir sobre ello.
La verdad el BDSM ha dejado de tener la forma de antes… no creo que sea algo malo.. es solo que ha ido transformándose… y pienso que es algo bueno, pero confieso que quizás la forma que tiene ahora no sea del agrado de muchos…
Escribo esta entrada para decirles que mi blog.. va a cambiar… asi como yo misma he cambiado…
Sigo siendo sumisa? Es como preguntarme si sigo siendo mujer… Claro que si! Es inevitable…
Pero como explicarles que ahora mi mundo no tiene horario de sesiones, ni protocolos tontos, ni collares de mentira, ni órdenes para llenar un espacio… El no necesita poner horario a nuestra sesiones porque sabe que cada día, a cualquier hora, estoy dispuesta a servirle y complacerle. No necesita protocolos tontos, porque no importa si lo tuteo, si le hago cosquillas o si lo abrazo, sabe que lo admiro, que lo respeto y que me siento orgullosa de pertenecerle, en cuerpo y alma. No hay collares de mentiras, porque ya use demasiados, en mi nombre y algunas veces en mi cuello… Ahora soy sencillamente verónica, pero El sabe que estoy marcada a fuego… más allá de los símbolos y los rituales. no necesita darme ordenes… Porque me esfuerzo cada día por servirle, no necesita gritar porque aun en susurros sabe que amo obedecerle, no necesita ordenarme nada, porque gustosa le sirvo y con alegría lo atiendo.
He conseguido finalmente vivir el BDSM sin dejar de vivir, sin encerrarme en una mazmorra gris, sin opacarme a mí misma… Porque cada cosa que  hago, de alguna forma u otra le hacen presente y me hacen feliz.
Vivo mi BDSM cuando me azota,  cuando ata mis senos y pinza mis pezones, cuando me regala el exquisito placer del dolor,  cuando las lágrimas corren por mi rostro y lo dejan tan húmedo como mi entrepierna, deseosa y Suya, entregada y feliz… Porque solo en sus manos puedo dejar que mis deseos me desborden, porque soy libre mientras más fuerte me sujete, porque el dolor me lleva a un mundo distinto y delicioso. Porque puedo darle mi vida sin dudarlo, porque solo Él logra que nazca en mí el grito suplicante de “no te detengas, no tengas piedad”
Pero también vivo mi BDSM cuando aún medio dormida, salgo de la cama a abrazarlo y prepararle el desayuno, cuando lavo su ropa,  cuando salimos de compras y El decide que comprar para mí (siempre acierta!!) o cuando salgo todos los días al gimnasio… Algo impensado para mi antes… Algo que siempre quise hacer… Algo que sólo Él ha hecho posible…
Y es que mi BDSM es la complicidad y la confianza que me hace capaz de entregarle mi vida sin dudarlo. No tiene que ver con sesiones u horarios, con días de canela o de vainilla… no soy mujer y sumisa… Soy una mujer sumisa… y Él lo entiende, lo toma, lo potencia, me hace crecer, sin anularme, sin esconderme, sin frenarme… Permanece a mi lado guiándome… Ensenándome, esculpiéndome…
He conseguido finalmente vivir el BDSM sin dejar de vivir… Y sobre eso es que deseo escribir…

4 comentarios:

alexia {All} dijo...

Pues disfrútalo Verónica eso es lo mas hermoso de todo, a partir de ahora tienes muchos motivos para sentirte Feliz de vivir a su lado.
Mis mejores deseos para los dos y un gran beso para ti ;)

Syd dijo...

Es todo lo que necesitas, vivir tu vida como mejor te haga sentir, y como no hay lineamientos especificos para cada ser humano, solo puedes adaptar tus propias reglas y estilos de vida, y con que les baste a ustedes es suficiente.


Bien por ti chica, un beso!

Anónimo dijo...

Ayyyy que hermosura..... estoy completamente de acuerdo con lo que dices...

Es vivir seimplemente como te lleva el momento, la esencia, las ganas, el deseo...

Es sentirlo por los poros sin hora ni fecha en el calendario...

Comparto tu sentir, porque yo me siento identificada contigo completamente...

Un beso enorme
=)

AANGEL dijo...

Verónica, mi enhorabuena es por haber completado el puzzle…

Tienes razón en que muchas veces resulta difícil de explicar y también en que esa forma de vivir quizás no sea del agrado de muchos. Sin embargo, discrepo contigo en que eso suponga una transformación del BDSM. A mi juicio es al contrario. Somos nosotros los que dejamos de vivir el BDSM como una parte de nuestra vida (que vivíamos a ratos y añorábamos en otros), para convertirlo en algo cotidiano, perfectamente integrado en nuestro día a día.

Cuando el reloj deja de marcar el momento concreto en el que te poseen, cuando ese sentimiento es constante y no depende de la situación, cuando la sesión deja de ser el momento estelar para sentir, cuando te das cuenta que sientes la misma dominación haciendo un café que estando atada… cuando llega ese momento, yo creo que el circulo se cierra y nos asombramos porque todas las piezas del puzzle encajan… y al mirarlo sentimos una sensación de plenitud inigualable…

Felicidades de nuevo y disculpa por lo extenso del comentario, pero es que este tema "me puede".

Un saludo,

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