19 de junio de 2010

Palabras sueltas al viento




Las mujeres son como manzanas en los árboles...
Las mejores están en la copa del árbol.
Los hombres no quieren alcanzar las mejores, porque tienen miedo de caer y herirse.
En cambio, toman las manzanas podridas que han caído a tierra y que aunque no son tan buenas, son fáciles de alcanzar.
Así que las manzanas que están en la copa del árbol, piensan para si, que algo está mal con ellas, cuando en realidad, "Ellas son grandiosas".
Simplemente tienen que ser pacientes y esperar a que el hombre correcto llegue, aquel que sea lo suficientemente valiente para trepar hasta la cima del árbol por ellas.
No nos caigamos para ser alcanzadas, quien nos necesite y quiera, hará TODO para alcanzarnos....
Han sido esas las palabras que me ha regalado un buen amigo, después de leer esa entrada en la que busco con desesperación un poco de aire para mantenerme con vida... Y ya se, que es exactamente esto lo que me han repetido ustedes hasta el cansancio... y que creo voy entendiendo... Pero mas que esa explicación del por qué sigo en la copa del árbol, lo que no se quita de mi mente es esa última línea

No nos caigamos para ser alcanzadas, quien nos necesite y quiera, hará TODO para alcanzarnos....
Pienso en esa frase porque confieso que muchas veces he pensado dejarme caer… por que no? Así al menos una de esas manos seguramente me alcanzará y saboreará… pero entonces me pregunto... Por cuánto tiempo?
Y entiendo que no quiero el placer fugaz de un par de orgasmos intensos... Eso es tan previsible y se vuelve tan vacío...

Lo primero que hice después de esa entrada donde vomité todo lo que sentía fue darme un baño delicioso, acurrucarme en mis cobijas y perdonarme por mis errores… Reconciliarme con mi sumisión… Y no odiarme por estar en lo alto del árbol…

Me ha ayudado mi realidad… el mundial de futbol, las presiones de mi vida diaria… lo admito, han logrado que mi mente deje de pensar en lo que no hay y se haya dedicado a saborear una etapa que no volverá en mi vida y que es tan maravillosa como todas aquellas en las que ves cumplirse una meta por la cual has luchado mucho.

Cada cosa tiene su momento… lo he escuchado miles de veces… pero que fácil lo olvido… Y me asusta pensar que haya dejado de vivir la plenitud de un atardecer por dedicarme a pensar que aún falta mucho para que amanezca…
Hoy retomo algunas cosas que nunca debí abandonar pero que son imposibles de llevar contigo cuando solo quieres romper un record de velocidad y vivir a la carrera. Me reencuentro con mi sumisión… pasando por leer de nuevo algunos libros, ver algunas películas de esas de “algún día la debo buscar” y pensando en esas cosas que antes quedaban con la etiqueta de “Después”, hoy he vuelto a acercarme con humildad a algunos Amos y Amas y ha preguntar sin vergüenza sobre cosas que revolotean en mi cabeza y en las que no está de mas una opinión imparcial.

Sigo en la copa del árbol, solo que ya no me avergüenzo de ello… tampoco creo que eso me haga la manzana mas jugosa, la mas dulce o la de textura mas suave… simplemente soy una manzana que ha ido madurando de forma distinta, y que su sabor no puede ser apreciado por cualquier boca… Sí, se que el árbol tampoco está en el sitio mas transitado y que muchos de los que se acercan por mi camino son solo forasteros errantes que buscan saciar el hambre… Soy una sumisa que se le extravió a Dios en el país equivocado…

Pero se que alguna vez llegará un forastero que sabrá reconocer la diferencia… y que ágil y fuerte por el camino andado subirá con cuidado hasta la copa del árbol… y rozará mis formas, tocará, olerá… solo para estar seguro que es el momento adecuado… y de ser así, me tomará en sus manos.. Con el deseo de devorarme, pero sin prisas… me acercará a su cuerpo… y seré yo la que sienta su olor y su calor y vaya perdiendo el miedo… bajaremos juntos del árbol… y entonces… comenzaré a caminar de nuevo… esta vez dándole nombre al paisaje, guiada por El… descubriendo el mundo ya no desde la copa de un árbol.. Sino de la mano de quien se convertirá en mi Señor.
Seguiremos por aquí…
Un abrazo aterciopelado
Verónica

1 comentario:

Amo Y Sr dijo...

Hola Veronica

Lo importante es la paciencia...

A veces el primero que sube a por la manzana, no significa que sea el indicado....

Ni el primero que pasa por delante del arbol...

Creo que la clave está en la paciencia

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