28 de noviembre de 2010

Una noche

El me pidió que me preparara mientras iba por algo para tomar…


Prepare todo, las pinzas a mi lado, las cuerdas, algunas velas, una cadena….todo ordenado para cuando el deseara usarlo en mi. Fui desnudando mi cuerpo, conciente de que seria usada para su placer… lo cual significaba sin duda que yo disfrutaría plenamente

Cuando volvió yo estaba desnuda, sentada… con mis senos al aire… mi sexo expuesto…

Lo vi llegar… y se sirvió una copa… y se sentó a observarme… todo mi cuerpo respondió a su mirada, a su presencia… le veía con su trago, en su silla… saboreándolo, mirándome, contemplando mi cuerpo desnudo… su propiedad, su juguete, Suya…

Y despiertan mis pezones, endureciéndose, invitándolo… se humedece mi entrepierna ansiosa, rendida a Su presencia… palpita mi clítoris, como un corazón que da vida a la pasión, a la necesidad, al deseo…

Comienza a guiarme, sus instrucciones son sencillas y claramente explicadas, la cuerda abraza mis pechos y va recorriendo mi piel como sus manos, con firmeza… descubren el camino entre mis nalgas, encuentra hogar entre la humedad de mis labios y termina en mi mano que es la suya… la que sujeta, la que mantiene el control…

Una pinza en cada pezón, con un dolor exquisitamente permanente, sujetándolos con fuerza, como si fuesen sus dientes los que se clavaran allí…

Y descubrí que al respirar la cuerda se tensaba y presionaba con mas fuerza mi clítoris, que el movimiento de mi pecho traía a escena el dolor de mis pezones cautivos, sentía la presión de la cuerda en mis nalgas… el ardor, el dolor, la cuerda clavándose en mi cuello… y la humedad que desbordaba mi sexo, confesando sin palabras el exquisito placer de pertenecerle.

– “Mírame a los ojos, Eres mía” – y su voz creaba una corriente eléctrica que recorría todo mi cuerpo y lo abandonaba en un gemido suplicante, agradecido, entregado a mi Dueño…

Una de mis manos sujetaba la cuerda y la otra recorría con avidez mi entrepierna, la cuerda enterrada presionando mi clítoris, la humedad que suaviza el roce que acrecienta el placer

– “hala la cuerda” – y mis manos obedecieron al instante… presionando sin detenerse, la cuerda se clavaba en mi piel, el roce en mi cuello, la presión en mis senos, el roce ardiendo entre mis nalgas…mi humedad desbordándome… el placer en mi mirada, mi respiración agitada…

Seguí tocándome… y seguí halando la cuerda mientras lo hacia, la cuerda se clavaba en mi piel, la palpitación de mis pezones adoloridos y sujetos… mi clítoris hinchado, rozando con la cuerda húmeda que se enterraba a cada momento con mas fuerza mientras yo iba tensándola…

Su voz, que se hace mas ronca a medida que disfruta… mi cuerpo ofrecido… mi dolor para usted, mi placer de sus manos… inevitablemente el orgasmo se hizo presente, arropándome toda, recorriendo cada centímetro de mi piel, mi cuerpo se tenso, la cuerda apretaba aun mas fuerte y el orgasmo me desbordaba entre gemidos y suspiros.

– Mírame – y los últimos espasmos de placer acariciaban mi cuerpo…

Entre mis sonrisas y mi respiración agitada… su mirada… su guía… sus palabras acariciándome, su presencia… cómodamente sentado mientras observaba mi cuerpo… Estaba allí para usted… y era una verdad que ambos podíamos tocar… Otro orgasmo vino a hacernos compañía… porque mi piel hambrienta y deseosa no se detiene en su deseo, porque Usted, Dueño y Señor de mi placer disfruta al mover los hilos de mi cuerpo y al final con mi mirada clavada en sus ojos, ofreciendo mi cuerpo, reconociéndome Su propiedad, su perra, su niña, su esclava, su puta, su amante… el placer que jamás creí posible se adueñó de mi… y me hace piel, aire, sudor, gemidos… me volví parte de todo, me volví nada a sus pies, me reconocí, me encontré y me perdí en su presencia y su esencia.

Al final, acariciaba las marcas de la cuerda en mi piel enrojecida, respiraba queriendo llenarme de todo y de usted, sonreía porque la plenitud me arropaba… y estaba allí en su presencia… en mi hogar…


Gracias…

No hay palabras con las cuales describir las emociones que me embargan cuando me siento a su merced… más allá de la cuerda o de las pinzas, más allá de mi humedad o el roce… el verdadero placer es el de sentirme Suya, de reconocerle mi Dueño… mi Señor… eternamente mi Dios…

23 de noviembre de 2010

Cumpleaños Feliz



Amanece mi cumpleaños…



Acostada en mi cama miro a mi alrededor y veo la toga que utilizaré dentro de poco en mi ceremonia de graduación, a su lado el vestido de esa noche, la caja de cereal para dos semanas y una talla menos, mis libros… mis cosas…



Amanece mi cumpleaños y sonrío feliz… Agradecida con Dios por el año que ha pasado, un año de cambios, de mucho crecimiento… Hoy soy feliz y por primera vez en muchos años no hay tristeza que le haga sombra a este día…



Gracias a quienes han estado a mi lado en mis subidas y bajadas, en mis sonrisas y mis lágrimas, gracias a quienes han pasado por aquí, a los que han dejado su huella y a aquellos que solo han caminado en silencio.



En este día solo hay palabras de agradecimiento en mi corazón… y una sonrisa en mis labios.

Se les quiere...

Verónica

20 de noviembre de 2010

Mi BDSM

Has intentado alguna vez explicar por qué hay cosas que te parecen graciosas?

Es algo tan natural, que explicarlo lo vuelve confuso, le hace perder la magia… La gracia, el humor, es algo tan íntimo y personal como tu forma de vivir. Como el BDSM en el que crees.

El tiempo va pasando con ese ritmo indetenible que se vuelve tan lento en la tristeza y tan fugaz en la felicidad, pero que en este momento de mi vida marcha con un paso firme y justo…

Hoy ya no busco el BDSM del lado fuera, como si fuese el santo grial, no lo busco en un libro, ni en un blog, ni en un perfil de facebook… de hecho no lo busco… Hoy intento construir el BDSM en el creo desde adentro… partiendo de mi. Es por ello que se vuelve un tanto difícil intentar explicarlo.

Quizás es por eso que se han ausentado mis letras…

No puedo explicar cómo me siento, pero si les contaré un secreto.

He conseguido algo que busqué durante mucho tiempo (y no es un Amo) finalmente conseguí dejarme llevar, dejarme querer, conseguí sentirme especial y reconocerme grandiosa… a Su lado… o sola…

Mi valor no me lo da mi Amo… El lo amplifica, El me hace ir mas lejos, me hace crecer, me hace buscar la perfección… pero soy excelente… soy grandiosa… y si El un día decide tomar otro camino, no significa que yo valga menos, que pierda esencia o que deje de brillar.

Que básico cierto? Pero me hacía falta. Aprendí a quererme… y eso ha cambiado todo mi mundo.

Mucho se habla de que una sumisa debe aprender a dar… pero para mi, lo mas difícil era aceptar lo que recibía… me sentía inferior, sentía que cada cosa que me daban iba mas allá de lo que merecía, por eso siempre me sentía en deuda, buscando pagar de alguna manera las atenciones, los momentos, los orgasmos. Hoy reconozco, valoro y aprecio cada detalle que El tiene conmigo, pero también soy conciente de que tenemos una relación de dos…donde El sostiene mis hilos, guía mi mundo, modela mi esencia, pero donde yo, no olvido mi cerebro, no dejo de preguntar, de sugerir, no me olvido de mi misma…

El no me anula… me complementa… no somos uno… somos dos… con historias distintas, con experiencias, recuerdos, momentos, amigos independientes… Somos dos… juntos, somos un todo, que mantiene cada esencia y que se proyecta en algo nuevo, completo, que brinda apoyo al otro, que sostiene, que refuerza, pero que nunca ensombrece.

De forma natural, todo va tomando su propio camino, se va aclarando el horizonte y aunque no tengo la certeza de mi destino, siento la confianza de mis pasos.

Es difícil de explicar lo que somos cada uno y lo que construimos juntos… es algo tan nuestro… Reconocerle mi Dueño no me llena de temores, reconocer que guía mis pasos no me asusta, reconocer que tengo la libertad de pensar y cuestionar me hace sentirme mas Suya…

Porque pregunto, cuestiono, pienso e igualmente con la misma convicción me entrego.

Somos juntos… vivimos… y soy feliz.

Poco Le he escrito a El a través de este blog, quizás porque prefiero que mis palabras le acaricien al oído por las noches… pero hoy quiero agradecerLe… No por ser un excelente Amo, o por ser un buen amigo, ni por ayudarme a organizar mis cosas, tampoco por el futuro que ahora pintamos juntos…

Hoy quiero agradecerle por el detalle que me recuerda cada día lo afortunada que soy… Gracias por hacerme reír…

No hay un día desde que caminamos juntos que no estalle en carcajadas con alguna ocurrencia… que no sonría orgullosa, satisfecha y plena. Hoy agradezco Su capacidad de hacerme levantar la mirada del charco que ha dejado la lluvia y entonces poder ver el arcoiris.

Concientemente Suya…

Verónica


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