1 de septiembre de 2010

Rituales y amaneceres

Creo que desde siempre los seres humanos, hemos creado rituales que nos ayuden a cerrar círculos y dejar atrás etapas… Así celebramos y conmemoramos cumpleaños, compromisos, bodas, graduaciones, divorcios, muerte… Todo lleva un ritual, algunos más discretos, otros más pomposos pero en su interior nos preparan para afrontar una etapa nueva.

Comencé a sentir que las cosas debían cambiar cuando entregué el ejemplar final de mi proyecto de grado… había pasado casi tres noches sin dormir, tecleando incansable en la soledad de mi habitación, ajena al mundo… así que cuando puse en manos del director de la escuela el ejemplar ya firmado por mi tutora, sentí que en ese ritual intimo y anónimo se había cerrado un circulo mas grande de lo que podía estar representado en mi título.

El último año ha sido especialmente difícil, sobre todo en el BDSM, mil veces, decenas de miles de veces había tomado en mis manos la bandera blanca… pero soy demasiado sincera conmigo misma como para salir corriendo. Así que en una montaña rusa emocional me dejaba llevar a los más altos senderos y luego caía estrepitosamente en un dolor que iba haciéndose conocido y esperado.

Pero a veces en la búsqueda de nuevos caminos conocía personas que se iban quedando para atajarme al caer, buenos amigos con quienes converso, a quienes quiero sin presión.

Aun así, la verdad es que me sentía incompleta sin mi Amo… como el niño que en navidad se siente defraudado al ver que la nochebuena no dejó ningún regalo bajo su árbol y se pregunta una y otra vez qué hizo tan malo que el niño Dios no le puso en su lista.

Así me sentía… gris…

Pero cuando entregue aquel ejemplar… sentía que las cosas volvían a tener color… No eran rosadas de amor, no eran rojas pasión, ni verde esperanza… Cada cosa tenia su color natural, cada persona, cada mirada, cada piel y sobretodo cada experiencia fue arropándose con el color justo que me permitiría evaluarlas en la medida justa. Volví a sentirme hermosa, inteligente, talentosa… volví a quererme y eso comenzó a reflejarse en mis conversaciones, en mis días, en mis noches y en mis pensamientos. Volví a ser feliz como sumisa.

Comprendí que cuando un Amo llega a mi vida no llega a traerme la felicidad… ni a resolver mis problemas, ni a echarse en sus hombros mis responsabilidades… Un Amo llega a mi vida para acompañarme… y es cierto… su presencia potencia mi felicidad de forma increíble... Así como sus consejos me ayudan a resolver mis problemas y su guía me da fuerzas para sobrellevar de mejor forma algunas responsabilidades… Pero un Amo no hace mi felicidad…

En esas de aprender a ser feliz y a brillar de nuevo estaba cuando llegó alguien a mi vida… y su forma de entrar e instalarse me hacía sentir cómoda y alegre, estaba muy contenta en su presencia… y a medida que conversábamos íbamos haciendo clic en cada cosa, en cada gusto… Dentro de mí sentía esa emoción que no puede describirse pero que nace cuando una sumisa encuentra un Amo de verdad… un respeto, un deseo de aprender, de preguntar, de conocer…

Apresurada o no… me gustaba sentirme Suya y por primera vez después de varios meses decidí jugarme el todo por el todo e intentarlo… Pero no todo es tan sencillo… Habían círculos sin cerrar, cosas sin decir… y descubrirlas sentó precedentes desagradables, sobretodo porque yo las ocultaba… y sean cuales sean las razones esa verdad y sus consecuencias fue agrietando silenciosamente los pilares jóvenes de una hermosa relación.

Así, cuando pocos días después alguien llegó y como un terremoto sacudió mi mañana todo se vino abajo…

No hay nada que excuse mi comportamiento… y no intento hacerlo…

Pero cuando ese algo se rompió dentro de mi, no era una opción jugar… Se puede decir mucho de la honestidad…pero aprendí más de lo que se dice mientras El sujetó mi mano. Así, esta sumisa… hizo daño hoy sin desearlo pero sin poder evitarlo, pero tengo la convicción de haber tomado la decisión correcta y quiero que sea ese el faro que me guíe.

Gracias a Dios la habitación remodelada ha resultado más fuerte de lo que yo misma esperaba y hay otras noticias que viene de afuera que refrescan y siguen dando color… El mundo real se hace tosco y duro por momentos, pero también trae lecciones valiosas ocultas detrás de los momentos más inesperados…

Hoy una parte de mi se lamenta por herir a alguien que siempre será especial, pero también respiro tranquila de tomar las riendas de mi vida… Sumisa o no, mujer, humana, imperfecta, soñadora y terriblemente complicada…

Eso sí… decidida a ser feliz…

1 comentario:

alexia {All} dijo...

Me parece una deliciosa manera la que describes con frescura y sinceridad, con tu particular forma de ver y decir que ser " feliz " es un asunto interior muy superior a querer encontrar algo de estabilidad y ayuda de la mano de un Amo, para quienes de alguna forma hemos subido y bajado, entregado y cerrado nuestras puertas para evitar que nos hicieran trizas ...releerte es una autentica delicia

Se "Feliz" , disfruta, camina con la cabeza en alto se que así sera mucho mas fácil ver todo lo que se presente en tu vida y si lastimas a alguien, reconocerlo y pedir disculpas es lo que te hace ser esa Mujer valiente que hoy sabe que pisa sobre la tierra sin temor a caerse o a equivocarse.

Besitos de canela dulce Verónica y suerte.

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