2 de mayo de 2009

Fantasía.... O realidad....


Mi Amo ha pedido que publique una entrada sobre mis fantasías...

No quería hacerLe una aburrida lista de todas, asi que, pensé crear un relato que reflejara alguna de ellas....

Aqui va el primero... Muestra de mis deseos de entregarme a El, más alla de un collar o una sesión, muestra de una entrega que se construye con confianza y el deseo permanente de ir más allá de mí.... Pero solo puedo hacerlo si tengo la certeza de que El lo valora y comprende lo que significa e incluso entiende el miedo que siento a veces de caminar.


Me da miedo caminar con los ojos vendados... Si, lo se... Su mano me guía... Pero es realmente dificil abandonarse y lanzarse al vacío.


Disfrútenlo..


Vero{RO}


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Te gusta ser mi puta?

Me preguntaba mientras yo me tragaba su verga completamente, y le decía “si, me encanta” justo antes que derramara Su semen en mi boca…

Y me desperté... Caliente, mientras rozaba mi cuerpo en las sábanas, sentía mis labios húmedos y casi podía percibir mi olor, estaba en celo. Necesitaba sentir a mi Amo, embriagarme de Su poder, Su fuerza, Su capacidad para convertirme en una putica caliente con solo hablarme o al solo recordarLe.

No podía tocarme, así que disfruté por un segundo el roce de mis muslos antes de comenzar la mañana.

Hacía mucho que las actividades mas cotidianas me recordaban que Le pertenecía, ahora debía orinar de pie, en la ducha y sentía mis piernas mojarse de mis fluidos, se endurecían mis pezones, y comenzaba a palpitar mi clítoris como clara señal de deseo. Pasé la mañana en casa preparándome para verLe, el tiempo a veces rápido, a veces lento, me torturaba en la espera.

Finalmente llegó la hora, entré al baño y dejé que el agua cayera sobre mi piel acariciándome como Sus manos.. Al salir del baño, mientras secaba mi cuerpo, vi mi reflejo en el espejo… Dejé que el collar rodeara mi cuello y me contemplé. Toda una perra preparándose para su Amo.

Me había dejado algunas instrucciones, “Recuerda perra, la minifalda mas corta, los zapatos mas altos, el mejor escote… no durarás mucho con ello” Luego de vestirme me contemplé al espejo… No había duda, lograba sacar la puta que había en mi y yo lo contemplaba sonriendo y mojada…

Llamé un taxi, me esperaba en un hotel a unos 25 minutos de allí, me acomodé en el asiento y mientras terminaba de maquillarme y perfumarme sentía la mirada del taxista en toda mi piel, de seguro pensaba que era una puta y que iba camino a encontrar un cliente, imaginarlo pensando eso me excitaba, con lo que el ambiente en el carro se cargaba de deseo, no podía controlarlo, y a ratos abría un poco mis muslos para que el chofer disfrutara un poco con la vista, me excitaba provocarlo, verlo saborearse imaginando su cara entre mis piernas…. Llegamos, pagué al taxista quien me dio su tarjeta para que lo llamara cuando “lo necesitara” y bajé del taxi.

La recepcionista del hotel me miró con desaprobación mientras subía a la habitación. Toqué la puerta y estaba allí…

Pasa puta – me dijo – gracias Amo – respondí casi con un gemido… Entramos y me quedé allí de pie mientras examinaba mi atuendo… “Muy bien perrita… pero tu maquillaje debía estar mas fuerte… ya lo arreglaremos…”

Sacó mis tetas por encima de la blusa y por un instante pensé que iba a chuparlos, pero sentí su mano caer con firmeza dejando mi piel enrojecida, mientras un gemido de dolor se escapó de mi boca… Tomó con fuerza mi cabello y susurró en mi oído, “hoy quiero usarte puta, al extremo” Una mezcla de miedo y deseo me recorrió entera y cerré mis ojos mientras mi respiración era la prueba de mi excitación.

“Desvístete… solo deja los tacones y el collar…”

Deslicé la ropa y rápidamente quedé desnuda frente a El, se acercó, su mirada era oscura y profunda, me llenaba de miedo, me paralizaba, me doblegaba…

Ató mis manos a la espalda y unió mis brazos de forma que mi pecho sobresalía y quedaba a Su merced, lo azotó varias veces, y yo me estremecía, me excitaba, gemía… Su lengua rozaba mis pezones descontrolándome aun más, mezclándose con el ardor antes de sentir sus dientes clavarse en ellos. “Ponte de rodillas puta…”

“Por favor Amo…” Mis gemidos suplicantes llenaban la habitación… “Quieres que te coja verdad perra?” Sonreía al mirarme, vulnerable a sus deseos, entregada, abandonada…. “si Amo, por favor” y con sus ojos fijamente mirando los míos respondió “Aun no…. Debes ganártelo perra y hoy seré muy exigente…”

Abrió su pantalón y ahí estaba… a la altura de mi boca, completamente duro y con un poco de humedad… Abrí mi boca y la sentí llenarse de El, de Su sabor, de Su dureza, no tenía el apoyo de mis manos así que debía abrir por completo mi boca para darle cabida, sus movimientos me hacían sentirLe en mi garganta, y no podía evitar las arcadas, sentía que me ahogaba y las lágrimas corrían por mi cara. El sujetaba mi cabeza y cuando casi sentía que iba a correrse en mi boca se detuvo…

“No voy a correrme aun perra… quiero que uses esto” era una mordaza en forma de anilla… la colocó en mi boca y de inmediato sentí mi saliva comenzar a acumularse…

Me pidió que colocara mi cara pegada al piso, iba a azotarme…

Mi culo estaba ahí a su disposición, metió dos dedos para comprobar que había estado cumpliendo Sus órdenes, “muy bien perra…” decía mientras el sonido de Su voz quedaba disperso por el sonido de Sus manos al golpear mi piel, comencé a gemir, me dolían los brazos, sentía en mi cara la alfombra, y la saliva corría por mi boca… Sus manos caían una y otra vez en mis nalgas, sentía el calor de la sangre y podía sentir Su disfrute… a ratos dejaba que Sus dedos entraran y salieran de mi culo, dilatándolo, excitándome, humillándome….

De pronto nuevamente Se detuvo. Creí que ahora si iba a cojerme, que por fin le sentiría llenarme como tanto lo deseaba, pero solo sentí en mi espalda el ardor inmenso de la cera al caer, me estremecí e intente gritar pero la mordaza solo permitía que mis gemidos salieran, dejó caer la cera una y otra vez, en mi espalda, en mis nalgas, yo me retorcía y me arrastraba en el piso... Tomó mi cabello, me sentó sobre mis rodillas y entonces me dijo: “no huyas de mi, siénteme” y dejó caer la cera en mis senos, “no huyas, imagina mi lengua, mi placer al verte sometida, a mis pies” no se cuantas veces me retorcí al sentir el calor de la cera, pero Su cara hacia que el ardor se volviera caricia y cuando ya no podía mas y quise pedirle que parara, me levantó y me dijo… “Esta noche vas a ser una puta…” Desató mis manos y quitó la mordaza de mi boca, mis mejillas estaban húmedas de mis lágrimas, de la saliva que salía de mi boca... “Vístete de nuevo y maquíllate mas fuerte… No te bañes.”

Confundida me levanté y seguí sus órdenes. Antes de salir de la habitación me miró a los ojos y preguntó: ¿Confías en mí? Me perdí en su mirada, respire el aire que salía de Su boca y sonreí: “absolutamente Amo” dio un beso fugaz en mis labios y salimos. Es cierto, confío en El, pero no podía evitar estar nerviosa, a la expectativa… había estado tan intenso esa tarde.

La noche ya empezaba a caer, que rápido estaba pasando el tiempo. Detuvo un taxi y me pidió que esperara mientras hablaba con el, les veía conversar, acordar, mientras una punzada de miedo llenaba mi estómago y hacía que mi respiración se agitara…

Abrió la puerta y me indicó que entrara, una vez en marcha vendó mis ojos, “has dicho que confías en mi putica, así que voy a dejarte en un sitio y tendrás que esperar que pase por ti, mientras, tendrás que contestar todas las preguntas, puedes mostrar… pero no puedes concretar… inventa una excusa…” Lo que decía no tenia sentido para mí, o quizás, en el fondo sí, pero me negaba a creerlo… Quizá iba a dejarme en casa de unos amigos, o qué se yo…. Y entonces nos detuvimos… “Recuerda esperarme…” dijo mientras quitaba la venda de mis ojos, y entonces eso que estaba en el fondo de mi mente se hizo real… estábamos en una calle de la ciudad conocida por la concurrencia de prostitutas, una zona marcada por transexuales o mujeres que buscaban ganarse la vida vendiendo su cuerpo… El miedo se apoderó de mí y le miré interrogante… “Confía en mi, camina un poco…” Y besó mis labios de nuevo, justo antes de abrir la puerta e indicarme que bajara… estaba confundida, no lo esperaba, quedarme allí, sola… No pude articular ninguna palabra ni siquiera al verle montar de nuevo en el taxi e irse… ni siquiera un NO pudo salir de mi boca. Y estaba allí…

El sonido de un carro al detenerse frente a mi, me hizo volver a la realidad, bajó la ventanilla y me pidió acercarme, tuve que mirar a los alrededores para saber que era a mi a quien llamaba, entonces me di cuenta que me estaba convirtiendo en Su puta mas allá de lo que siempre nos decíamos… En ese momento era una puta, allí, vestida de esa manera, en la calle, acercándome lentamente a la ventanilla para ofrecer mi cuerpo a quien llamaba… Cuanto cobras zorra? Me preguntó el conductor, era un hombre entrado en los 50, gordo, con un bigote que cubría casi toda su boca… miraba mis tetas que casi salían de mi blusa… “que servicios quieres” pregunté, tratando de ganar tiempo… gracias a dios no podía concretar pero aun así debía responder e incluso mostrar… Quiero una mamada zorra… le di un precio excesivo y al ver que negaba me aparte del carro sin mayores palabras…

Caminé unos metros hasta la parada de autobús para sentarme un rato, mientras caminaba varios vehículos pasaron, todos miraban, dos o tres bajaron los vidrios y otros me gritaban al pasar… aun no podía creerlo… Estaba allí, a la vista de todos, como una puta… Todo por El.

Habían pasado varios minutos desde que me había dejado, la calle comenzaba a llenarse de otras mujeres, y ahora eran más los vehículos que pasaban, otro se detuvo y me acerqué, era una pareja, preguntaban la tarifa, querían un trío… ella era una mujer muy atractiva, aunque él era un poco mayor, les di (como a todos) un monto alto, y se quedaron pensando… podemos ver tus tetas? En medio del temor, saqué los senos de la blusa como había hecho mi amo y les permití verlas, ellos se excitaron con la imagen, pero al recordarles el precio se negaron. De nuevo me alejé, la estrategia de darles un monto alto no funcionaría con todos, y comenzaba a darme temor. Mi Amo estaba tardando más de lo esperado, hacía casi una hora que yo estaba allí…

Traté de no desesperar, pero la calle ahora estaba repleta de putas en busca de clientes y eso también me preocupaba, aun así no podía dejar de acercarme a los carros que se detenían frente a mi, y si alguno de ellos era mi Amo?

Comencé a pensar que El podría estar cerca…y volví a excitarme, Le imaginaba mirándome a lo lejos, como una puta más en medio de todas, pero Suya… el tiempo pasaba, atendí dos carros mas y cuando ya estaba a punto de llamarle vi un carro detenerse y llamarme… “por dios que este es el ultimo” pensé al borde del llanto por los nervios… La puerta del carro se abrió y entonces Le vi… Sonreí aliviada y entré… que segura me sentía en Su presencia… Me abrazó y me dijo “bien hecho, ahora puedo decir con propiedad que eres una puta, y que eres mía” Sonreí y mi sonrisa era de aceptar que podía convertirme en Su reina o en Su perra con la misma facilidad.

Deslizó Su mano entre mis piernas y dejó que Sus dedos se empaparan de mi humedad, “Mmmmm así me gusta…” Yo tenia tantas ganas de sentirle, que abría mis piernas para que sus dedos entraran un poco en mi.. El sonreía mientras me ofrecía Sus dedos para que mi boca limpiara mi humedad… Estaba tan empapada…

Pidió al taxista que nos llevara a un sitio donde pudiésemos tomar algo, y yo solo quería ir al hotel, sentirLe dentro… El lo sabía, pero también sabía que mientras más caliente me ponía mas lejos llegaba…

Escogió una mesa discreta, un poco retirada, que nos permitía conversar y Le permitía a Sus manos moverse por mi cuerpo.. Quería conocer los detalles, cuantos carros pararon? Como eran los hombres? Que sentí? Me excite? Quise irme con alguno? Le gustaba saber… Yo Le relataba mientras Sus dedos rozaban mis pezones y entre gemidos Le contaba cada detalle, tomamos varias copas, yo estaba cada vez más desesperada, rozaba con mis manos su pantalón y sabia que estaba duro, deseoso, pero odiaba Su autocontrol, quería que me poseyera allí mismo, no soportaba mas…

De pronto me dijo: “ve al baño, colócate lo que llevas en el bolso y regresa aquí” no sabía de que estaba hablando hasta que llegue al baño y lo vi… Un hermoso vibrador plateado, inalámbrico, del que algunas veces habíamos conversado…. Lo coloque dentro de mi y sujete las ligas a mis piernas… lo sentía resbalar dentro de mi, por la humedad… volví lentamente a la mesa y me senté, justo cuando el movía el mando y pequeñas vibraciones me invadían… Le mire sin decir una palabra… pero mi respiración lo decía todo… Justo en ese momento llegó el mesonero, Mi Amo aumentó las vibraciones con lo que yo estaba sudando justo frente a los dos, a punto de tener un orgasmo que no iba a ser silencioso.

Estuvo jugando por varios minutos, el mesonero, quizás conciente de nuestro juego se acercaba frecuentemente y miraba sin disimulo mis tetas preguntaba que hacía falta y disfrutaba al verme estremecer cuando mi Amo intensificaba las vibraciones y yo abría mis piernas y retorcía mi cuerpo ya sin importarme que ese hombre nos mirara.

Luego de retirarse el mesonero, mi Amo se acercó a mi y me abrazó, una de sus manos se enterró entre mis piernas presionando el vibrador mas adentro mientras susurraba en mi oído “Lo estas haciendo bien puta, ven, caminemos un poco”

Salimos a la calle y comenzamos a caminar, estábamos cerca del hotel, la noche ya había caído totalmente y el tráfico era escaso… mientras caminaba jugaba con el control del vibrador, haciendo que en cada paso se me escapara un gemido, “te gusta perra verdad?” Me decía… yo estaba mas desinhibida por el alcohol y por toda la excitación que El provocaba en mí, así que no dudaba en responderle. “me siento como una perra en celo Amo… me encanta”

Muestra un poco perra me decía. Yo levantaba mi falda dejándole ver parte de mis nalgas y el vibrador entre mis piernas.. El reía.. Parecíamos dos locos, deseosos, al límite… Cuando caminaba delante de El moviendo mis caderas, me decía: “Te gustaba como te miraban esos hombres verdad puta?” “Te gustó cuando le mostraste las tetas a la pareja… Se que te calentabas al sentirte allí una puta mas…” A ratos tomaba mi cara entre Sus manos y la sujetaba con fuerza.. “Eres mía” decía mirándome a los ojos… “Aun mas que ayer mi Señor” le respondía a punto de deshacerse entre sus manos…

Déjame ver tus tetas… y allí estaba yo, caminando a Su lado, con la minifalda levantada y mis senos por fuera de la blusa. La humedad me recorría toda, mis pezones endurecidos y ansiosos estaba a la espera de sentirLe… a momentos me detenía solo para suplicarLe que me tocara, allí mismo, no importaba, había vencido mis temores y lo único que necesitaba era sentir como El me usaba.

Llegamos al hotel… justo al cerrar la puerta, me tomó con fuerza, me quitó la ropa y me puso de rodillas, estaba erecto, mojado… mi boca disfrutaba sintiéndolo, mi lengua rozaba sus testículos, mis dedos le acariciaban…. “Amo por favor...”

Sabe cuanto disfruto con mi cara entre sus piernas, mientras el seguía manipulando el control del vibrador y los gemidos salían de mi boca sin control, Le chupaba entero, me ahogaba con El, desesperada, quería tenerlo allí por horas…. Detente perra… vas a hacer que me corra…. Me detuve me coloque frente a el… “Amo, necesito sentirte dentro, quiero que me cojas….”

Me tomo por el cabello, dejó el vibrador de mi vagina, se coloco en la entrada de mi culo y sin decir una palabra me penetró completamente… Siiiiii Ahhhhh que divino es sentirLo llenarme…. Me daba con fuerza, rápidamente entraba y salía de mi cuerpo… activaba las vibraciones en mi vagina, mientras daba con fuerza en mi cul, usandome por todos lados, reafirmando que yo era Su puta, Su perra… estaba al borde del orgasmo, suplicándole… “Amo puedo correrme?” y el sonreía… que eres? preguntaba “Una puta” respondí mientras los gemidos me ahogaban cada vez con menos control, “Te gusta ser mi puta?” y se deleitaba en la tortura de dilatar mi orgasmo… Me encanta Amo… entonces me miró a los ojos y me dijo… “córrete para mi puta que voy a llenarte el culo de mi leche” y yo exploté en un orgasmo bestial mientras su semen me invadía toda y desbordaba mi cuerpo.

Cayo rendido sobre mi… su miembro aun palpitando, mis muslos temblando y nuestra respiración agitada….

Pero el deseo no se había apagado, aun podía verse en sus ojos y en su sonrisa…

Ven acá perra…

Le seguí al baño y me arrodille en la ducha cuando su orina caliente comenzó a caer por mi cara “abre la boca” me decía, la orina entraba en mi boca, llenaba mi cabello, caía por mis senos, mientras por mis nalgas aun resbalaba su semen y mis fluidos…

“Aun me deseas dentro de ti?” y yo sonreí… “Si amo” “yo también quiero usarte perra…y mis amigos también… será un fin de semana muy largo…”

2 comentarios:

maria dijo...

Me has hecho pasarlo mal, seguramente que mal lo habrá pasado tu Amo leyéndote. Si, ahí tiene tu esencia y seguro que sabrá sacarle provecho.

Un beso

Rogger dijo...

HOLA, VERÓNICA.

AL VER TU BLOG ME IMPACTÓ MUCHO LA IMAGEN DE FONDO. ES BELLÍSIMA.
POR OTRO LADO, AL EMPEZAR TU RELATO, EL FELLATIO ME LLAMÓ LA ATENCIÓN, Y LUEGO LAS ATADURAS, LOS JUEGOS, ME PUSIERON INQUIETO. EN FA.

SIEMPRE ME LLAMA LA ATENCIÓN (BUENAMENTE), QUE UNA MUJER RELATE SUS INTIMIDADES. Y ESO LO APLAUDO PORQUE ESTAMOS EN UN MUNDO DONDE MUCHAS CHICAS SE LAS DAN DE SANTAS, Y NO LO SON. Y YO, MENOS. PEOR POR LO MENOS NO TENGO TAPUJOS AL MOMENTOS DE HABLAR DE SEXO. ESO SÍ, COM BUEN CABALLERO CONSERVO EN PRIVACIDAD EL NOMBRE DE LA NOBLE DAMA QUE CABALGÓ EN MÍ.

SALUDOS, PRECIOSO RELATO, VERO.
TE ENVÍO UN ABRAZO Y MIS MEJORES DESEOS!!!

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