Tomada de Su mano...

A veces por las noches en mi cama, cierro los ojos y deseo que las cosas sean como eran antes.
Antes? Y me pregunto, cuál antes? Por qué?

Cuando conocí a mi Amo sentí que se había cerrado una etapa en mi vida… que esas búsquedas esperanzadas ya habían terminado porque mi esperanza era una realidad. Nuestros deseos bailaban en un ritmo propio, donde en cada paso nos acoplábamos más y más, sintiendo que éramos uno solo.
“Yo soy Tu” – Me decía… y yo sabía que era cierto… porque el leía mis letras y entendía su sentido, pero también comprendía los espacios, las entrelineas, los silencios y aquellas cosas que yo quería esconder de El.
Era transparente.

Luego Tatiana entró en nuestro mundo… y todo se puso de cabeza... Tenía miedo de perderlo y sentía que era injusto que ella llegara justo cuando comenzaba a afianzar mis sentimientos y mis deseos. Acaso yo no era suficiente que El la necesitaba?

En un intento desesperado por protegerme, me cerré… y eso nos dañó… durante semanas le alejé de mí con mis actitudes y mis palabras, dudé de El, sufrí… sufrí mucho, dejé de comer, de dormir bien.. Y pasé la navidad acostada, con las lagrimas que no dejaban siquiera ver el techo, sola en casa.. Sin verle sentido a nada…

Un día revisaba mi PC y encontré una conversación que habíamos tenido los tres juntos… y al releerla comprendí a que se refería mi Amo cuando me decía que valorara lo que tenía en mi vida. Me vi como una adolescente, de esas a la defensiva que piensa que el mundo entero esta en su contra, aunque todos de rodillas le adoren.

Sentí mucha vergüenza de mi misma… Porque esa no soy yo. Y decidí que era hora de levantarme y seguir adelante.

Pensé que todo estaría bien… les pedí disculpas sinceramente y decidí recuperar el tiempo…

Pero era como si despertara de un coma tras largos años… El mundo no era igual… había seguido girando aunque yo no lo notara y no podía esperar que las cosas volvieran a ser como antes. Solo debía seguir caminando.

En esas me agarró el año nuevo… y 15 días después sigo aquí…

Una tarde por azares de la vida, descubrí que Tatiana no era sumisa, ni era sincera, ni era real… Era solo una chica de esas que abunda en la red buscando diversión… Qué injusto.. Después de todas mis noches en vela, después de todas mis lágrimas, después de todas las cosas ofensivas que me dijo, después de dudar de mi sumisión, después de intentar renunciar, después de ver la distancia de mi Amo hacia mí… y la sumisa que creía que era ni siquiera existe.

Hace varios días que ha dejado de ser mi hermana.

Y comienzo a preguntarme como es que la gente se cree con derecho de llegar a la vida de los demás y ponerla de cabeza solo por un deseo egoísta de sentir placer. Como es que no te importa a quien te lleves por delante porque quieres un par de orgasmos extremos…

Quienes caminamos aquí vemos con decepción como la gente juega a “Ser” Amos y sumisas que solo existen en una fantasía y que son piedras que hacen caer a quienes estamos buscando caminar y crecer.
Me ha dolido… ver el irrespeto hacia el collar de mi Amo, el tiempo que El ha invertido en ella, sus esperanzas, sus deseos de hacerle crecer y enseñarle, la mano que le tomó para guiarla… y ella solo jugaba.
Tatiana me enseñó algo… y solo por eso no la odio… Yo soy una mujer sumisa…
Mi sumisión no es una etapa, no es una moda, ni es un escondite.. Es mi hogar.
Soy yo… Todo lo que tengo para dar… soy yo misma… Y en la imperfección también se encuentra la belleza, porque con todos mis defectos, nadie jamás negará mi entrega, ni pondrá en duda mi deseo de crecer.
No soy perfecta… Pero cada paso que he dado en este camino, lo he hecho con convicción, esperanza y honestidad.
Creo en mi sumisión y creo en este camino.

Ahora sigo intentando recorrerlo, mi Amo aun sostiene mi mano, aunque distante y silencioso.

Yo, solo estoy aquí… Le acompaño… La música se ha detenido.. No bailamos… Pero aun Su mano me sujeta, aun Su collar me arropa y mientras así sea yo estaré aquí. Esperando que Su mirada vuelva hacia mi y esperando ver en ella el mismo brillo que me hizo entender que no quería otra mano que me guiara y la misma luz que me hizo tener la certeza de que mi búsqueda había terminado.

Sigo aqui mi Señor...

Suya

veronica{AO}