Es necesario?

Le he preguntado a mi Amo por qué no comentaba en mi blog… y me ha dicho: “Es necesario?”
Le he respondido: “no, no es necesario Señor…”

Cuando conocí a mi Amo y compartíamos esa deliciosa complicidad de ir conociéndonos sin prisas y con ilusión, le hablé de mi blog y El se sentó una noche entera a pasear por mis letras, por mi historia, por mis sentimientos.

Cuando me lo dijo Le confesé que me sentía desnuda al saber que lo había leído todo, porque en este rincón he escrito con esperanza cada comienzo y con desilusión cada final, para El era una manera más de conocerme, de entenderme y de desearme a Sus pies. Cada vez era más transparente para El.

Cuando tomé Su mano, me sentí plena y dichosa y me volqué a mis letras de nuevo, escribía cada palabra con una sonrisa en mis labios… Y cuando leía los comentarios que El dejaba tras cada entrada, yo explotaba de felicidad, por saberlo feliz, por sentir que mis letras realmente susurraban en Su oído mis sentimientos.

He sentido tanta distancia entre nosotros que no puedo evitar asustarme y preocuparme.
“Tengo otras cosas que me afectan además del sado, no puedes estar siempre pensando que estoy serio por tu culpa”

Lo se, todos en nuestra vida tenemos algo que va mas allá de este mundo, una historia, una realidad que nos toca vivir y que muchas veces no es la que queremos, días que nos abruman los sentimientos negativos, noches que nos pesan los errores y momentos en los que queremos estar solos.

Además del sado, todo tenemos una realidad económica, laboral, social o familiar que a veces no conseguimos armonizar y cuando todas se complican a la vez, muchas veces nuestro rol queda en un segundo plano, dándole espacio al hombre, a la mujer, al trabajador, a la madre o el padre que somos, al hermano, al hijo, al jefe, al amigo…
Amos y sumisos estamos expuestos a eso, porque forma parte de la vida.

Pero también creo que si éste es un modo de vida, si esto es lo que somos merece el esfuerzo por armonizarse.

Hablo todos los días con El, incluso a diario me usa con ordenes sencillas que debo seguir en casa o en mi oficina… pero se que no está conmigo… y eso hace que inevitablemente yo piense si debo seguir allí.
Al preguntarle si quiere que me aleje… esquiva las respuestas… en mi mente de mujer eso es un Si, pero como sumisa permanezco allí…

Extraño que mi Amo me pregunte como me siento… no un sencillo “como estás?” o un simple “como va”… quisiera que preguntara cómo me siento, qué pienso… Quisiera que me dijera que todo va a estar bien… preferiría que me pidiera espacio y acompañarle en la distancia, a sentir que queremos tapar el sol con un dedo y fingir que todo esta bien porque aun tengo su collar y El aun me dicta las órdenes.

Si, lo se… Como Amo no debe darme cuentas de su vida y realmente no las estoy pidiendo… solo que en la distancia no ayuda mucho el silencio y menos si afecta tan directamente la relación.
Los silencios también ahogan los sentimientos, la incertidumbre también frena la entrega.
Aquí estoy, como la imagen que adorna mi blog, mirando a lo lejos, pensando…

Y sobre todo sola…

Mi Señor… no es necesario que escriba en mi blog… como no es necesario siquiera que lo lea... Simplemente es importante para mí…