Una de las cosas que me ha
sucedido últimamente es que me he reconciliado con mi derecho a equivocarme…
Uhmmm a ver.. Como explicarlo…
Soy una persona que se exige
mucho, me enseñaron que las cosas se hacen bien o no se hacen y que cuando te
comprometes con algo, lo haces en serio… Así soy… discuto con pasión de política,
de futbol, de religión, de sexo, de música, de BDSM… defiendo mi credo como un
guerrero defiende su Rey, lo doy todo en mis relaciones, en mis empleos, en mi
familia… soy capaz de echarme en las espaldas mi mundo para asegurarme que gire
perfectamente… pero eso no significa que siempre las cosas salgan bien… y es ahí
donde descubrí que la lección no estaba completa…
Nadie me enseñó a lidiar con la sensación
de derrota que me ahoga cuando a pesar de poner toda mi pasión en algo, esto no
funcionaba… nadie me enseñó que ni siquiera tengo que sentirme derrotada… que
hay cosas que sencillamente no funcionan, que en otras no se trata de pasión sino
de paciencia… y que la pasión sin constancia, termina pasando desapercibida.
Entonces descubrí que me estaba
equivocando, que la vida no se construyen por las ganas que tienes de que
salgan bien, sino por las acciones que tomes para que así sea… Pero darme
cuenta de eso no fue sencillo… Primero pasé por esos días en los que sentía que
no importa cuánto lo deseara, nada estaba funcionando, algo faltaba… cuando descubrí
que además gran parte de la culpa estaba de mi lado, me sentí derrotada y
triste, furiosa conmigo misma, llena de rabia y de confusión… Hasta que
comprendí que no todo era tan malo… Si de mi parte estaba el error, también en
mis manos se encontraba (con toda seguridad) la forma de solucionarlo…
Y ahí comencé a sentir que
recuperaba poco a poco el control… ahí comencé a reconciliarme con las cosas
que no son perfectas… y a ver mis errores como esa clase práctica que muchas
veces hace falta para comprender
claramente una lección, para sacarla del abstracto y convertirla en algo real y
lógico… sino, bien vale sencillamente pensar que tengo derecho a equivocarme,
que no soy perfecta y que soy humanamente divina… así que las equivocaciones me
reafirman mi humanidad…
No significa esto que ahora vivo
en la iluminación, que soy feliz por mis errores y que nada me perturba…
Significa que esta lección está aprendida… pero que ahora debo practicarla porque
dicen que “hay cosas que por sabidas se callan y por calladas se olvidan” es el
momento de tomar decisiones y sobretodo de ser constante en las acciones a
tomar.
Siento que nos condicionan tanto
a medida que crecemos para ser perfectos, exitosos, hermosos, inteligentes,
alegres y populares, que se olvidan de enseñarnos a ser felices con las
pequeñas cosas. Es increíble lo descansada que me siento cuando entiendo que no
soy lo más importante, que tengo derecho a equivocarme y que cuando esa pasa,
el mundo no deja de girar…
Ahora me siento como cuando
finalmente comprendí que el sexo no era una aberración… Cuando fui capaz de “reprogramar”
mi cerebro y cambiar todas esas lecciones sociales que se habían convertido en
una prisión para mi… En ese momento pude descansar… reconciliarme con mis fantasías,
vivir mi sexualidad sin culpas y definitivamente fui un poco (mucho) más feliz…
Voy aprendiendo poco a poco… y lo
mejor de todo es tenerlo a Él a mi lado… sonriendo con la lección aprendida, enseñándome
sin forzarme y dejándome ser… pero asegurándose que cada día sea mejor…
De vuelta... con una lección mas aprendida...
Verónica
6 comentarios:
Disfruta del camino... antes que del destino, de todo se aprende en esta vida, y si encima nos hace evolucionar y/o ascender (pero no tanto que nos demos contra el tejado :P) bienvenido sea! ;)
Un beso guapa y me alegra tu vuelta :)
A diario.
Aprendemos a diario.
La tolerancia a la frustración es una cualidad que debería ser trabajada en los seres humanos desde pequeños o simplemente terminamos creando suicidas, depresivos, inconformistas, etc.
Me alegra que veas las cosas de esa forma y que tengamos la misma idea de que un error, puede ser un buen comienzo.
Un abrazo muy fuerte, preciosa.
Me alegra verte ;)
Exactamente eso es lo primero que debemos aprender: que somos humanos y que no podemos controlarlo todo. Aprender a equivocarse es sano, lo contrario es frustante y nos limita e impide avanzar...
Me alegra tenerte de vuelta, niña ;)
Muak!
Dicen por ahí que equivocarse y volver a levantarse es de sabios. Y el darte cuenta que una equivocación no te hace más débil... eso te convierte en una persona muy sabia.
Me alegra comprobar que has vuelto. Me pasaré a menudo por aquí.
Un saludo enorme
Vengo a dejarte mi sonrisa preciosa...
Un petonet y un axuxon
Ser nuestro mejor amigo, comprendernos,apoyarnos y saber disculparnos es sin duda nuestra tarea diaria,así que asumirte exactamente como eres hace mas fácil este camino llamado vida, me gusta saberte ilusionada y reflexiva hermosa Veronica, te envío besos desde mi pequeña orilla.
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