Sexo fuerte y BDSM

He estado pensando mucho en esas quejas que escuchamos y leemos con frecuencia, acerca de los hombres disfrazados de Amo que solo quieren sexo fuerte y de las chicas disfrazadas de sumisas que solo les nace la obediencia en medio de la calentura.

 

Debo confesar que alguna vez fui una de esas chicas que se conectaba a internet solo para encontrar a alguien con quien disfrutar de un poco de sexo virtual aderezado de lenguaje fuerte y órdenes morbosas. En la búsqueda de mi sexualidad el juego virtual fue una gran herramienta y la verdad es que no me arrepiento de ello. Aunque es algo que luego de un tiempo dejé atrás.

Pensemos en un hombre que se siente insatisfecho en su vida sexual, que siente en algunos momentos la necesidad de dominar, de tratar con firmeza a su pareja y que muchas veces fantasea con usar un lenguaje soez en la cama… pero que tiene que frenar esa faceta por temor a ser rechazado y calificado como pervertido… Les parece conocido? Quizás sí… Estamos hablando de un Amo? No necesariamente.

La otra cara de la moneda es la chica que no se lleva bien con la obediencia, ni las reglas, pero que tiene fantasías donde un hombre de poder le da órdenes y ella accede excitada a complacerlo. Una chica que le gusta la ropa sexy, que le gusta mostrarse y que en medio de la humedad de la excitación se asombra de las cosas que pasan por su mente… Una chica caliente? En definitiva… Una sumisa? No necesariamente.

El problema se presenta cuando curiosos en busca de respuestas a sus deseos comienzan a buscar… y descubren que existe el BDSM… Es natural en un primer momento sentirse atraídos por esta forma de vida, por sus disciplinas, por el juego de poder, por las fotos seductoras… Pero al momento de intentar encasillarte en un rol… no cuadran las cosas perfectamente… Sin embargo, es lo más cerca que encuentran a sus deseos… Y presionan la ficha para que entre en el puzle aunque no tenga sentido.

Y es ahí cuando ese hombre decide tomar el rol de Amo con la esperanza de encontrar una chica con la cual no tenga que frenarse y con quien compartir todo eso que le gustaría vivir. No importa si El no quiere compromisos o no sabe nada sobre educar una sumisa… Y nace una sumisa cuando ella encuentra un hombre que ordena cosas y le hace disfrutar su sexualidad con un poco mas de picante… No importa si ella odia las reglas y hace trampa para las tareas, al final puede que solo sea una sumisa rebelde…

Yo no he visto en ninguna web que se acepte a las personas que abiertamente solo quieren sexo fuerte… generalmente se les invita a ir a otros sitios, pero olvidando que dentro del BDSM es donde ellos han logrado ver algo que se parece mucho a sus fantasías… Porque en ningún relato o video sobre BDSM se resalta la entrega, la educación, la responsabilidad o la obediencia. En cambio es fácil ver tetas pinzadas, mujeres penetradas con rudeza, lagrimas, placer, nalgadas, dolor… 

Las cosas serian distintas si las personas al comenzar a explorar no tuvieran la presión por definir un rol… o existiera la libertad de involucrarse un poco sin exigencias. No está mal que un hombre quiera jugar sexualmente sin la responsabilidad que significa educar a una sumisa. Tampoco deberíamos juzgar como puta a una mujer que solo quiere disfrutar un poco de morbosidad y placer sin tener que andar luego obedeciendo órdenes o llevando collares. 

Pueden pasar dos cosas al final… Que ese par de curiosos sexuales, descubra que el placer que recibe es justo lo que buscaba y tenga un panorama más claro de lo que desea o que comiencen a sentir que sigue siendo poco, y descubran mas, lean mas y pidan mas… El comenzará a aprender las disciplinas y el arte de educar a una sumisa porque ha descubierto que lo que siente va más allá de la parte sexual. Ella deseará a alguien que la guie, la eduque y la reprenda, porque quiere crecer para El y complacerle… 

Ese fue mi caso… El sexo virtual no me parece tonto o desagradable, no me parece pervertido ni sucio… Pero es algo que no llenaba mis deseos. Era como tomar una aspirina para aliviar una infección. Luego de conocer, descubrir, jugar y equivocarme un montón de veces, encontré lo que buscaba y por eso no juzgo a quienes están en el camino, pero me avergüenzo de aquellos que creen que la suya es la única verdad.

Al final todo esto para pedir que seamos más tolerantes… que no juzguemos a las personas con ligereza porque se puede hacer mucho daño, que demos pasos firmes y seguros, pero sin tener que pisotear a nadie para avanzar y que recordemos que quienes están comenzando pueden alejarse del BDSM sin que eso signifique que están equivocados.

Mientras todo lo que hagamos sea sano, seguro y consensuado… Debemos respetarlo. 

Verónica