Afuera el día gris, la lluvia intermitente, el frío amenazante. Dentro de mi, el calor ganando terreno, el fuego abrasando mi mente, consumiendo mis pensamientos.
En mi mente la imagen de una habitación tentadoramente cálida, velas encendidas que van dibujando el escenario de un momento lejos del frío.
Casi puedo ver mi cuerpo tendido e inmóvil a merced de sus deseos, de su sadismo, respiro profundamente y puedo imaginar la cera corriendo por mi piel, dibujando ríos de fuego que me estremecen en su recorrer, azotes que despiertan mi sangre y traen el verano ardiente a un día nublado y gris.
Nada despierta mas mis sentidos que el momento en que sujeta mis manos y me reconozco incapaz de escapar... mi piel se vuelve sensible al mas ligero roce, y el resto del mundo desaparece, dejándonos en un universo donde los límites se dictan por su cordura o mi dolor.
Y puedo seguir imaginando... mis piernas abiertas se humedecen, mis muslos temblando de deseo, mi respiración, agitada, ansiosa, anhelante, el olor de su piel, el sabor de su deseo....
Vuelvo...
La oficina fría, el teléfono suena.. el calor dentro de mi continúa.. mi imaginación hierve... debo calmarme.. escribiré algo.. quizás publique en el blog...
3 comentarios:
Que imagen tan abrasadora y a la vez tan tentadora y reconfortante ;)
Bonita forma de escribir y de expresarlo!
Un beso!
Es lo hermoso que tienen esos viajes imaginarios, suelen llevarnos a lugares donde rescatamos aquello que nos falta, así se hace menos dura la jornada laboral.. besitos guapa ;)
SAludos, te felicito en tus letras se refleja verdad y piel.
Publicar un comentario