Ayer me dijo: "Eres libre"Y esa frase que muchos anhelan escuchar... fue la llave que cerró el cofre donde guardo mi sumisión...
No fue nada dramático... Solo una conversación... Donde hizo valer el compromiso que habíamos adquirido de no hacernos daño y de ser siempre honestos... Y siempre Le estaré agradecida por eso.
No hubo reproches, ni hay rencores... Le entiendo y comprendo Su decisión..
Cómo me siento?
No lo sé... es como una pena honda que se teje en mi piel... entonces parece que hasta la brisa al rozarme duele sin sentirse... Aun así no he podido llorar... Aunque anoche estuve hasta altas horas mirando el techo, tratando de dormir... pero sin conseguirlo... No lloraba, no pensaba... solo estaba allí...
Eso debe ser el desamor...
Se que no me iré, porque negarme sumisa es negarme mujer... Pero hoy duele mucho desnudar mi blog... quitar Su collar... Su triqueta... porque este rincon es parte de mi... Y yo también quedo desnuda... Aceptando lo que es inevitable...
No soy libre... hoy mas que nunca estoy atrapada...
3 comentarios:
Es triste ver el final de la jornada...pero te queda lo vivido, lo que creciste, y el camino andado...
Corazon, me tienes para lo que desees, en mi perfil esta mi msn..
Acompañandote a la distancia...
veronica un día como ayer es duro, las noches siguientes también lo serán, solo se que tu manera de ver esta hermosa experiencia, el respeto que noto en tus letras, el valor de aceptar que tu dolor es grande y pesa, es de admirar..no todas las sumisas logran ver que el final de una etapa no significa el final de su futuro en sumisión, eres una flor que por ahora necesita seguir viva en un jardín sin jardinero, pero no por ello dejaras de seguir brindando un exquisito aroma, espero ver que la vida te mantenga a salvo para que cuando tu así lo decidas vuelvas a vivir todo lo hermoso y grato que aun te queda por disfrutar, besitos desde mi orilla niña guapa.
Mi dulce niña, cuando he leído el principio Eres libre...me he sobrecogido. Es lo más triste que se le puede decir a un sumiso. Comprendo tu sentir, y esa forma de actuar que te hace respetar la sinceridad pero tu corazón decepcionarse ante la falta de calor. Ese calor que deseais los sumisos en los que, en vuestra linda rebeldía pedís a gritos libertad a través de la esclavitud.
Desde aquí, solo quiero arroparte con mi manto para que no te sientas sola, y nunca dejes de sentirte como tú dices, sumisa y mujer....Mi apoyo, mi cariño, y mi beso contigo.
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