No me gusta la resignación… De hecho odiaba esa palabra. Pero cuando leía su significado según la Real Academia Española me asombre ante el primero de sus significados.
Resignación.
1. f. Entrega voluntaria que alguien hace de sí poniéndose en las manos y voluntad de otra persona.
2. f. Renuncia de un beneficio eclesiástico.
3. f. Conformidad, tolerancia y paciencia en las adversidades.
Entonces me di cuenta que estaba errada… mi problema no es con la resignación sino con otro término, que disfrazado a veces llega a nuestras vidas… El conformismo…
Durante toda mi vida he luchado contra el, porque a veces la comodidad le abre las puertas o le permite colarse en silencio. Así, trato de sacudir constantemente algunos espacios, donde se que acostumbra a posarse y no solo tiene que ver con mi sumisión…
Pero bien puedo decir que siempre pensé que descubrir lo que hacia falta en mi vida seria como alcanzar la cumbre de una montaña de búsquedas y tropiezos… y entonces de bajada todo seria más sencillo… Cuando me reconocí sumisa comprendí que solo era una parada en el camino y que la cumbre, si bien estaba un poco mas cerca aun no llegaba.
Durante mi camino he tratado de escapar del conformismo, de esa plaga disfrazada de sumisión donde muchos se esconden para soportar día tras día aquellas cosas que NO LES HACE FELICES…
Y es que podrán llamarme utópica o fantasiosa… pero creo en la sumisión que libera, en el amor que no ata, en el Amo que complementa… En la entrega que hace crecer y creer.
Mas allá de un romanticismo empalagoso e irreal, creo en la conciencia de dos personas que desnudan sus deseos, sus miedos y sus realidades y buscan juntos construir una relación basada en la honestidad de sus roles, no en la perfección de sus acciones.
Plenamente conciente de los defectos que poseo, no creo en el Amo perfecto… Pero si creo en el Amo que, a mi lado, mira hacia el mismo horizonte… Allí esta el secreto.
Necesito que El también tenga fe… porque si no cree, entonces es una batalla que no vale la pena luchar a Su lado, pues está destinada al fracaso.
Y es por eso que no me conformo... Ni me conformaré nunca a vivir una relación que no me haga feliz… Antes prefiero la compañía a veces cruel pero siempre honesta de la soledad.
Esa es la razón por la que defiendo con tanta pasión mi credo y por lo que quizás algunos se sienten atacados o incómodos…
Resignación.
1. f. Entrega voluntaria que alguien hace de sí poniéndose en las manos y voluntad de otra persona.
2. f. Renuncia de un beneficio eclesiástico.
3. f. Conformidad, tolerancia y paciencia en las adversidades.
Entonces me di cuenta que estaba errada… mi problema no es con la resignación sino con otro término, que disfrazado a veces llega a nuestras vidas… El conformismo…
Durante toda mi vida he luchado contra el, porque a veces la comodidad le abre las puertas o le permite colarse en silencio. Así, trato de sacudir constantemente algunos espacios, donde se que acostumbra a posarse y no solo tiene que ver con mi sumisión…
Pero bien puedo decir que siempre pensé que descubrir lo que hacia falta en mi vida seria como alcanzar la cumbre de una montaña de búsquedas y tropiezos… y entonces de bajada todo seria más sencillo… Cuando me reconocí sumisa comprendí que solo era una parada en el camino y que la cumbre, si bien estaba un poco mas cerca aun no llegaba.
Durante mi camino he tratado de escapar del conformismo, de esa plaga disfrazada de sumisión donde muchos se esconden para soportar día tras día aquellas cosas que NO LES HACE FELICES…
Y es que podrán llamarme utópica o fantasiosa… pero creo en la sumisión que libera, en el amor que no ata, en el Amo que complementa… En la entrega que hace crecer y creer.
Mas allá de un romanticismo empalagoso e irreal, creo en la conciencia de dos personas que desnudan sus deseos, sus miedos y sus realidades y buscan juntos construir una relación basada en la honestidad de sus roles, no en la perfección de sus acciones.
Plenamente conciente de los defectos que poseo, no creo en el Amo perfecto… Pero si creo en el Amo que, a mi lado, mira hacia el mismo horizonte… Allí esta el secreto.
Necesito que El también tenga fe… porque si no cree, entonces es una batalla que no vale la pena luchar a Su lado, pues está destinada al fracaso.
Y es por eso que no me conformo... Ni me conformaré nunca a vivir una relación que no me haga feliz… Antes prefiero la compañía a veces cruel pero siempre honesta de la soledad.
Esa es la razón por la que defiendo con tanta pasión mi credo y por lo que quizás algunos se sienten atacados o incómodos…
No me equivoco… no me idealizo, y sí, es cierto, hay momentos en donde necesito mas una caricia o un beso que un azote… pero eso no me hace menos sumisa... porque en el instante que Sus labios se posen en los míos, a pesar de su suavidad, reconoceré el sabor de mi dueño, agradeceré Su compañía, disfrutaré gozosa Su presencia y nunca por muy suave que acaricie mi piel, nunca olvidaré mi lugar.
Reconozco que en este camino soy egoísta y pienso es en mi felicidad… Lo bueno es descubrir que ésta se encuentra únicamente a los pies de mi Señor… Sirviéndole... Con todo lo que esa hermosa palabra significa...
Son sólo palabras sueltas al aire...
Un abrazo...
Veronica