
Mi entrega
No hay nada como darle un nuevo sentido a cada acto... por insignificante y cotidiano que sea.. nada como recordar que debo mejorar mi postura, porque a El le agrada... y no importa si estoy en medio de una reunion de trabajo, o en la universidad o comiendo un helado con los amigos... al recordarlo el cuerpo se endereza y la sonrisa se adueña de mis labios como una prueba mas de que El no necesita su presencia fisica para estar allí.
Por eso cuando por razones ajenas debo ser cautelosa, siento que es como si pusiera un freno a mi entrega y eso me hace sentir desdichada...
Esa es la razon por la cual los silencios prolongados encienden mis alarmas y me obligan a tomar el freno de mano... Busco por encima de todo sentirme segura y a veces el silencio me hace pensar en distancia, en adios...
Sin embargo poco a poco voy cambiando... creciendo en mi sumision... con Su ayuda y sin duda para beneficio de los dos... no todos mis cambios son para El... muchos son para mi misma, que al final se traducen en sentirme mas segura con El.
Ahora trato de controlar mi impulsividad, de frenar mis reacciones exageradas y de ser sumisa mas alla de las palabras... que mis actos, mis expresiones, mis decisiones y mis momentos estén llenos de ese deseo de pertenecerLe. Ahora trato de aprender que un silencio no significa un adios en puertas... que a veces (yo misma lo hago) nos refugiamos en el silencio para proteger al otro de nuestros fantasmas... y eso tambien lo agradezco.
He dicho "trato" porque no todas las veces lo consigo, pero poco a poco avanzamos con pasos mas firmes...
Lo importante? que no tengo dudas de los pasos que he dado... Se que no tengo un collar en mi cuello, ni en mi nombre... pero no significa que no haya un compromiso real, que no haya obediencia y un respeto que se ha ganado a pulso... y que me hace sentir bien.
El me hace soñar... y le doy gracias por eso... Despues de todo, volver a soñar es ya un gran triunfo.
Soñando realidades...
Veronica